Debo confesar que cuando pedí escribir esta plancha no me imaginaba la carga de responsabilidad que esta lleva, pues es definitivamente hablar de las cosas más difíciles, no por su palabra sino por su esencia, lo fácil es llenarnos de teorías y decirles que la masonería es una institución filosófica que se encarga de hacer del hombre un mejor hombre y toda esa letanía pragmática, y que la familia se crea a partir de vínculos de parentesco o matrimonio, que provee a sus miembros de mutua compañía, solidaridad y seguridad.
La verdadera dificultad nace en enaltecer a dos instituciones que rigen y gobiernan nuestra vida, y si alguien logra definirla, es aquella que puede definir el amor mismo. Así que intentare soltar algunas ideas de que es la familia para los masones, y porque los masones son familia.
Los masones somos constructores pero nada está construido en piedra; todo está construido sobre arena, pero debemos construir como si la arena fuera de piedra, para que nuestra familia se sostenga en ella, nos preguntaran inquietos porque todos los martes hablan de escuadras, de compas, de arquitectos, de trazados, acaso están estudiando arquitectura de manera clandestina? Todo es una forma alegórica de decirles me voy para ser mejor para ustedes, me voy ahogar mis penas y frustraciones, a soñar que un mundo diferente, uno bueno, está al alcance de mi mano, me voy a llenar de ilusión, me voy a curar el dolor que llevo de la impotencia con el silencio que a veces es el que sana mejor… me voy a alimentar mi espíritu con la sonrisa de mis hermanos, y no voy a mentirles también nos alimentamos y muy bien con el ágape, que no es más que otro momento en el que no importa si comemos pizza, o una famosa parrillada de Cesar siempre que sea juntos, como hermanos… cada martes somos un poco más humanos, un poco mas hermanos, un poco mas familia, todo lo que nos sucede, incluso nuestras humillaciones, nuestras desgracias, nuestras vergüenzas, todo nos es dado como materia prima, como barro, para que podamos dar forma a nuestro arte y es aquí donde aprendemos esas artes.
Suena fantástico… y por supuesto lo es… pero no quiere decir que sea perfecto, como toda familia siempre tendremos encontrones, y es más, eso nos hace más masones, porque sino que aburrido fuera que todos opinemos lo mismo y no sucumbamos a la dicha de la equivocación, y es aquí en este punto trascendental donde somos todavía más fascinantes, porque por más que nos mandemos a … buscar la opinión de otro … nos seguimos dando un abrazo fraternal y estaremos ahí como dicen, al pie del cañón, porque como buenos templarios todos somos uno y si cae uno caemos todos.
El gran Jorge Luis Borges decía que nadie es un poeta de ocho a doce y de dos a seis. Quien es poeta es uno siempre, y continuamente atacado por la poesía. Nadie es masón de 6 a 12 y solo los martes, cada uno de los lucidos caballeros aquí sentados tiene encendida en su corazón una luz, que nos guía y con la que desesperadamente intentamos iluminar al resto, sobre todo a los nuestros, y no, no es un ataque de egoísmo, nos importa la sociedad, tanto que estamos dispuestos a labrar nuestra mejor obra de arte y entregárselo al mundo, lo que buscamos es que sea la más digna obra del ser humano, esa bestia perfectible, fascinante y bella.
Y en qué punto eso forma parte de mi familia? Queridas cuñadas y sobrinos, todos los días de sus vidas forma la masonería parte de ustedes, pues muy cerca de la familia ha muerto la desesperanza, la desilusión, la corrupción y la mentira, pues tienen a su padre o a su esposo luchando a diario con estos demonios para que nunca, jamás se les acerquen, y les está dando el mejor de los ejemplos a seguir, o por lo menos eso tratamos… y no lo tomen como un conformismo, tómenlo como ese duro momento que pasamos entre la frustración y la victoria, porque lamentablemente aun seguimos siendo arena que se quiere volver piedra, porque aun seguimos adormitados con el desasosiego, aun podemos levantarles la voz, y después arrepentirnos, aun podemos fallar, pero el truco no está en que reconocemos eso, el truco está en que queremos evitar que vuelva a pasar, queremos ser mejor para ustedes, para verlos sonreír, para verlos crecer con proyección a que sean mejores que nosotros, para ser el mejor padre, abuelo, esposo, con el alma llena de ilusión que un día aquel pequeño ser que ahora me dice papa, o abuelito, mañana se ate firmemente este mandil y siga tallando esta obra que seguramente dejemos empezada.
Algo más… en esta familia peculiar, no solo somos los que tenemos este mandil puesto, somos todos los que hoy me escuchan, porque este “hermano”, no es de esas palabras que se han utilizado y desnaturalizado, hermano masón es aquel que Dios te puso en el camino como prueba de su existencia, es al que puedes recurrir cuando el mundo se te viene encima, con el que le puedes confiar el más intimo de tus secretos sin temor a ser juzgado, es aquel que sin compartir tu sangre comparte tu alma, porque los une una sola cosa, la luz, y sea que estén o no presentes ellos siempre están a tu lado respaldándote como ángeles guardianes, y no solo para tu hermano, sino para su cuñada y para su sobrino, porque para un masón tu familia es mi familia, y a la familia se la cuida y se la protege hasta con el último aliento.
Ab. Steven Espinosa