Nace un 28 de marzo de 1750, de nombres completos: Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez de Espinoza, su padre fue Sebastián de Miranda Ravelo, En sus orígenes fue discriminado pues se sospechaba que era mestizo Guanche (antiguos habitantes de las islas canarias antes de la conquista castellana) aunque también pudo haber sido por sospechas de un origen judío por lo que incluso se lo denominó “marrano” que era como se le llamaba en la península ibérica a los judíos convertidos al cristianismo de quienes se sospechaba que seguían observando las practicas de su antigua religión, esto debido a que su padre, Sebastián Miranda Ravelo, era comerciante de lienzos, actividad económica relacionada con el criptojudaismo, y a que este se casó con Antonia Rodríguez de Espinosa de quien también se sospechaba un origen hebreo-judío.
Con el tiempo, la situación de la familia mejoró notablemente y Sebastián de Miranda logró hacer fortuna como comerciante en Caracas, llegando a ser propietario de diversos inmuebles en la ciudad, esto permitió que sus hijos pudiesen tener educación universitaria, así Francisco de miranda estudio en la universidad de Caracas latín, historia, religión, matemáticas y geografía obteniendo el título de bachiller.
Su padre llego a ser nombrado Capitán de milicias de blancos de Caracas, lo cual incomodó a muchos criollos creando estos intrigas con el fin de desacreditarlo en la vida pública, sin embargo dichas intrigas no surtieron efecto y, mediante una sentencia real, los derechos de Sebastián de Miranda fueron reconocidos, sin embargo esto influyó en la decisión de Francisco de Miranda de abandonar Caracas, parte así un 25 de enero de 1771 con dirección a España.
Empieza así un periplo que lo llevaría a formar parte del ejército español e incluso sirvió como intermediario en la liberación de prisioneros de guerra en Jamaica, sin embargo su paso por el ejército estuvo marcado por la envidia e intriga de quienes veían en Miranda un obstáculo para sus aspiraciones personales, fue así que encontrándose de llegada en la Habana su equipaje fue retenido acusándolo de traer objetos de contrabando, siendo que esta acusación no pudo comprobarse las intrigas continuaron hasta que en abril de 1783 se ordena su arresto, enterándose Miranda viaja hasta Norteamérica en junio del mismo año.
Encontrándose en estados unidos recibe una carta que le informa que había sido condenado en la Habana por el cargo de contrabandista, condenándolo al pago de multas, degradación militar y diez años de cárcel, esta noticia fue el detonante para que diese inicio a sus sueños de libertad latinoamericana, ya nada lo ataba a España y había encontrado en Norteamérica la inspiración para que dicho sueño florezca.
Conoció allí a varios personajes vitales para la independencia de Norteamérica, así por ejemplo Tomas Jefferson, Alexander Hamilton, Benjamín Franklin incluso compartiría algunas reuniones con George Washington, se relacionaría mas tarde con el General Henry Knox y Samuel Adams.
De Franklin y Washington aprendería Miranda que si bien la fuerza y el coraje deben defender la libertad es la filosofía quien debe dirigir los rayos de las tormentas revolucionarias.
A finales de enero de 1785 se encontraba en Inglaterra, con cartas de recomendación de distinguidas personalidades de la masonería norteamericana, contaba ya para aquel momento con planes detallados para conseguir la emancipación de la América hispana, aunque jamás imagino que los hábiles políticos británicos sabrían envolverlo para ajustarlo a los planes que ellos tenían, por su parte los españoles lo tenían muy vigilado pues conocían ya de sus ambiciones independentistas.
Un 9 de agosto de 1785 comienza sus viajes por varios países europeos, siempre bajo el cobijo de círculos masónicos con los cuales se piensa tuvo contacto desde su tempana juventud, reúne conocimiento de todos los países que visita, todo lo anota, integra el conocimiento reforzando sus proyectos independentistas, un 14 de febrero de 1787 conoce a Catalina II de Rusia con quien lo unirían amores, poemas, política e influencias.
Más tarde, un 18 de junio de 1789 regresa a Inglaterra, más maduro, más experimentado y más enamorado de sus ideas libertarias, ni siquiera el mismo imaginaria que un mes después, un 14 de julio del mismo año, estallaría el evento que cambiaría el rumbo político y filosófico no solo de Europa sino de todo el mundo, la Revolución Francesa, en la que el mismo participaría y de la que sería condecorado como héroe de la misma recibiendo el rango de general y mariscal de campo.
Para 1790 ya en Londres, Miranda intenta conseguir el apoyo político para su proyecto independentista, tratando de convencer al primer ministro inglés, William Pitt de las ventajas comerciales que una Hispanoamérica libre significarían para Inglaterra, incluso contaba ya con un plan para unir el atlántico con el pacifico mediante un canal en Panamá y otro en Nicaragua, lamentablemente para Miranda, España e Inglaterra llegarían a un acuerdo echando por tierra los planes de independencia de Miranda.
Después de esperar por dos años y sin mayores respuestas por parte de los británicos, parte hacia Francia y el 23 de marzo de 1792 llega a París, buscando en esta nación convulsionada por la revolución apoyo para sus ideales de independencia, ese mismo año se le ofrece un puesto en una división del ejército, participando con éxito en varias incursiones, lo que le valió el acenso al rango de teniente general.
Sin embargo, durante el reinado del terror, fue arrestado varias veces por los jacobinos y sometido a juicio por supuesta negligencia en el cumplimiento de sus deberes, sin embargo logró salir airoso y puesto en libertad, siendo absuelto de todos los cargos en 1795, ese mismo año Miranda escribió en relación a los sucesos que se vivían en Francia que “Todos los problemas eran la consecuencia de la concentración de poder en pocas manos”.
Cabe resaltar que el nombre de Miranda es el único nombre de un hispano americano en figurar en el arco del triunfo en París, que su retrato forma parte de la Galería de los Personajes en el palacio de Versalles y su estatua se encuentra frente a la del general Kellerman en el Campo de Valmy.
El 22 de diciembre de 1797 firma junto a Manuel José Salas y José del Pozo y Sucre, representantes de villas y provincias de la América meridional la famosa acta de Paris, uno de los primeros documentos de compromiso oficial de lucha por la independencia de Hispanoamérica.
Regresa a Inglaterra en 1798 para luego viajar a norte América llegando un 9 de noviembre de 1804 a Nueva York, donde consigue respaldo para sus ideas independentistas, parte hacia Haití un 2 de febrero de 1806 con la intención de desembarcar luego en Venezuela, obtener el apoyo de la población y comenzar la lucha definitiva por la libertad, llega un 1ero de agosto a las costas de Coro, para el día 3 miranda y sus hombres se precipitan a tierra y en lo alto del Fortín de la Vela izan la bandera venezolana por primera vez.
Esta incursión no tuvo el éxito deseado y regresa a Inglaterra donde se mantiene hasta 1810 cuando por invitación de Simón Bolívar y Andrés Bello regresa a Venezuela para participar en su proceso independentista, es recibido con honores y se le confiere el grado de general del ejército, funda la sociedad patriótica principal impulsora del rompimiento con España, el 5 de julio de 1811 firma el acta de declaración de independencia de Venezuela, más tarde, ante el avance de las tropas españolas al mando de Domingo Monteverde en 1812, asumió la presidencia con poderes discrecionales, tras ser nombrado el 23 de abril dictador por el Triunvirato ejecutivo con el rango de generalísimo.
Las fuerzas realistas contraatacaron pero la constante deserción de sus tropas le impedía a Miranda pasar a la ofensiva situación que se agravo con el terremoto del 26 de marzo de 1812 lo cual sumado a la caída de varios destacamentos sumó impopularidad a la causa independentista lo cual le hizo imposible resistir.
Temiendo una brutal derrota y con respaldo en el cargo de dictador plenipotenciario y jefe supremo, con rango de generalísimo, Miranda firma la capitulación del ejército patriota, el 25 de julio de 1812, en la ciudad de San Mateo, hecho que generaría confusión y se interpretaría como una traición, por lo que antes de embarcarse en el puerto de La Guaira y salir rumbo al exterior para proseguir la lucha, un grupo de oficiales dirigidos por Bolívar apresaron a Miranda, y el coronel José Mires lo encerró en el fuerte San Carlos el día 31 de julio.
Al parecer, la intención de Bolívar habría sido fusilarlo por considerar que el pacto de San Mateo era un acto de traición, pero finalmente, atendiendo diversos consejos, Miranda fue encarcelado bajo el coronel Manuel María de las Casas, comandante militar del puerto, quien en secreto se pasó al bando español, entregando a Miranda a Domingo de Monteverde.
Simón Bolívar desconocía la traición de Manuel María de las Casas, y se dirigió entonces a Caracas, ya en manos de los realistas, donde gracias a la intercesión de algunas amistades en el bando enemigo, obtuvo un pasaporte de Domingo de Monteverde, de quien se dice que expresó textualmente “Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al rey de España con la entrega de Miranda”.
Desde el puerto de La Guaira, Miranda fue trasladado al castillo San Felipe de Puerto Cabello, donde a principios de 1813 escribe desde su celda un memorial a la Real Audiencia de Caracas exigiendo el cumplimiento de la capitulación de San Mateo.
El 4 de junio de 1813 es trasladado al Castillo San Felipe del Morro, ubicada en Puerto Rico, y de allí a España, donde es encerrado en una celda alta y espaciosa en el penal de las Cuatro Torres del arsenal de la Carraca, en San Fernando. Aquí sólo recibió pocas noticias y ayuda de algunos amigos. Miranda planea escapar hacia Gibraltar, pero un ataque cerebrovascular frustra sus planes y muere, a los 66 años de edad, el 14 de julio de 1816.
Legado de Miranda a la bandera Americana
Mucho se ha especulado sobre el significado de la tricolor que hoy en día es pabellón nacional de tres países latinoamericanos, sin embargo recordemos que 1806 fue el año en que se enarboló por primera vez este emblema, haciendo que, por ejemplo, aquello de que el rojo representa la sangre de nuestros héroes no tenga mucho sentido.
Se llegó a pensar incluso que los tres colores tienen alguna relación con la bandera rusa o más aun, con su emperatriz Catalina II o que la dama inglesa Carlota Hall seria su fuente de inspiración.
Sin embargo, se dice de Miranda, que ese tres de agosto de 1806, al enarbolar por primera vez el tricolor pronuncio un breve pero muy descriptivo discurso sobre el significado de dicho emblema, dijo:
“Esta bandera que ahora lego a los venezolanos con los colores azul, amarillo y rojo posee el siguiente significado: Azul como la más grande fraternidad y hermandad entre los hombres y pueblos, como la masonería universal, azul la oscuridad devenida visible, el crepúsculo matutino, devoción, plenitud, inocencia primigenia. Amarillo como la flor de la acacia que cobijó el cadáver de Hiram y como la luz que esplendió en la colina de su tumba; luz solar, iluminación interior, dispersión universal y generalización comprensiva. Rojo, como la propia sangre de Hiram, derramada por los felones. La sabiduría y el amor para la regeneración del mundo; la cruz de los caballeros del temple, el solve-coagula de los alquimistas, la pasión adorante de la reina Bali”
Quizá por esto su expedición no contó con el apoyo necesario en ese momento, pocos o ninguno debió entender sus palabras, algunos pensaron de él que quizá estaba loco, que era un hereje, un afrancesado, un enviado del demonio, en fin, una serie de adjetivos que posiblemente jugaron en su contra aquel 3 de agosto de 1806.