El Doctor Francisco Huerta Montalvo, Panchito para sus hermanos y amigos más cercanos, a más de ser un queridísimo hermano para la masonería universal, es un intelectual multifacético y ha sido un destacado personaje público por más de cincuenta años. Empeñado infatigablemente en su tarea de iluminar ética e intelectualmente a la sociedad ecuatoriana, ya sea con sus altísimos valores, sus dotes de gran inteligencia e ilustración y su apego irrestricto a los dictados de su conciencia. Su aporte a la masonería y su sentido crítico ha sido valioso para varias generaciones de masones, pues, aunque no lo crean, ya lleva más de treinta y cuatro años en la Orden.
Ama ante todo la libertad, la justicia, la igualdad y la fraternidad, destaca en él su sencillez, su bonhomía y su desapego a cualquier manifestación de vanidad frente a su imagen de hombre ilustre; ya sea como la ostentación de sus logros, de sus virtudes o sin irse más lejos de sus altos grados y distinciones masónicas. Lo que sí aspira, siendo un referente de relevancia nacional, es a la Trascendencia Social, a la construcción constante y permanente del Templo Social.
El Doctor Francisco Huerta Montalvo, es respetado como uno de los más destacados intelectuales ecuatorianos del último medio siglo; de una cultura enciclopédica admirable, ha ejercido con maestría, a más de la medicina, diversas ciencias y actividades humanas, como lo muestra su legado hasta ahora construido y refrendado a lo largo del tiempo, en el que se refleja su enorme patriotismo y un compromiso inclaudicable con la libertad y la justicia social.
Lo más admirable y digno de mención de todo lo dicho, es que para su escala de valores no tienen importancia ni los honores, ni la fama, ni el dinero, y jamás ha sacrificado sus principios y convicciones en pos de cualquier tipo de
conveniencia, incluso a pesar de que esta forma de ser y de actuar, muchas veces lo ha perjudicado circunstancialmente, pero en el largo plazo ha sido una muestra de su enorme valía.
Hoy nuestra Logia, de la que es Fundador, le rinde un emotivo homenaje a su espíritu inquebrantable, a su entrega incondicional e infatigable y a su vitalidad y lucidez intelectual. Que nuestro queridísimo y venerable hermano Panchito Huerta, siga siendo una Luz que ilumina nuestra sociedad y su legado siga destellando, frente a la oscuridad de los terribles males que nos aquejan en estos instantes y frente a los cuales se ha vuelto un “referente de consciencia” y ha hecho causa común para erradicarlos: La Droga, que se ha tomado nuestra juventud, la impunidad y la falta de Justicia, tomada por una mafia inescrupulosa que se ha enquistado como un cáncer en la cosa pública y la educación y reinstitucionalización del País.
Solo me resta por decir: Salud, salud, salud y muchos años para nuestro Ilustre y Muy Venerable Hermano Panchito.
QRH Paul Trujillo.